El silencio salpica ensordecedor en el rincón de tu marcha
me llena, no me llena, quién soy yo
desordenada la vida sin tiempo, la vida sin tí
Tiernas las baladas que nacen de aquel otoño
la ventana que llueve y el cigarro entre esas manos desnudas, bellas, tuyas
El espejo refleja partes de ti
las palabras, los gestos, el ansia
desordenada la vida sin tiempo, la vida sin ti.