Poema Desnudo

Desnudez atroz perdida y provocada en la noche más clara,
cubierta de espesas nubes sin estrellas reflejadas,
sin espejo donde poder mirar su blanca cara
-la de la luna-.

Estrecha desnudez que mira mis senos descubiertos,
perfección redondeada llena de cimas y sexo,
que observa amores de placer y arrepentimiento
-sin amor alguno-.

Desnudez arrancada sin madurez estrépita,
aprendiendo a bailar con el ombligo quieto,
en silencio y con luz de vela cálida y música
-de palabras-.

Maldita desnudez malhechora de mi incertidumbre,
calcula cada centímetro del aire para erizar mi piel,
embriaga la humedad de tormenta encelada que escucha
-fuera en la calle-.

Desnudez de viento cual instrumento merodeando,
acostumbrada a encontrarse cuerpos y a custodiarlos,
como si fuera encargada del amor puro y denso
-de la cama-.

Desnudez de confusión animal que engaña y aturde,
incita a instantes ganados de sonrisas incesantes,
carnal y natural de aquello que todos temen
-y nadie habla-.

Desnudez de muerte que lleva al falso cielo de dioses,
con múltiples pecados que la humanidad comete y esperanza,
que jamás vive porque piensa en otros extasiada
-y desnuda se va la vida-.

Desnudez de nostalgia etérea, de amor, repito, de amor,
perdido de amor se pierde en los brazos del hombre o mujer
y busca en la blanca noche compañía,
-buena siempre-.

Inacabada desnudez, fiebre que todo humano loco desea,
oda a la sexualidad su propia palabra oriunda y exótica
e inspiración de incontables poemas y obras maestras
-como el mayor arte-.

Desnudez que provoca y curiosa nos hace mansos y débiles,
estropeando o mejorando recuerdos palpables de olor,
embriaga cualquier ambiente de amor aunque sea inexistente
-impertinente-.

Desnudez de alimento maternal de estatua lactante,
base del crecer, de las horas simples e inocentes,
límpida y tierna escena que sin intención alguna solo ofrece
-solo conmueve-.

Desnudez de tiempo que entorpece la bella arruga,
de reír, de llorar, de vivir, de morir lentamente o intensamente,
inmortalizando relojes ajenos y caprichosos amantes
-y el cuerpo amanece-.

Y desnuda…
… se va la vida.

COMPARTIR EN:

Marina Crovetto

Marina Crovetto

En mí podrás encontrar escritos simples y complicados, poesía, cuentos y microcuentos. La brevedad a veces lo es todo, como una fotografía que resume un largo viaje.

Sigue la cultura

Suscríbete a nuestra newsletter para estar a la última en las noticias culturales de dafy.magazine

logo_iso_dafy_magazine_2022

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más entradas