¿Mejor plan para un domingo por la tarde cuando llueve a mares y vives en Barcelona que un sofá-peli-manta? Por supuesto, un concierto de música clásica. Sí, sí, como leéis. Porque la “Música culta” ya no es lo que era, o al contrario, ahora más que nunca vuelve a sus orígenes.
Y en la Asociación El Arco de la Virgen, ese “local no religioso” (como a ellos les gusta definirse) en pleno Raval, donde sillas sin asiento cuelgan de la pared y se ofrece una agenda cultural repletísima y diversa casi cada día de la semana, han decidido dedicar este último domingo de mes a un viaje en retrospectiva a la música del siglo XVIII, con una selección inteligente y apasionada de la obra de Haydn, representada por Lorenzo Coppola (clarinete de doble registro agudo y grave, y clarinete de amor), Núria Pujolràs (viola) y Dimitri Kindynis (Chelo).
Puntualidad impecable, durante dos horas intensas sin descanso, las piezas musicales se van intercalando ágilmente con el discurso reivindicativo, didáctico y, hasta cómico, del entusiasta Lorenzo. Reivindicativo, porque buscan volver a la pureza, acabar con el mito de un género musical hecho para la élite, y demostrar que el gran compositor austriaco pretendía llegar a todos las capas sociales a través de una búsqueda sincera de la emoción del público. Didáctico, porque Lorenzo reinterpreta la melodía dividiéndola en fragmentos y en escenas, haciendo que la música se convierta en una imagen en movimiento, dando una explicación histórica y teatralizada a casi cada compás, en un intento de aproximar a todo el público al mismo idioma usado por Haydn. Y cómico, porque todos disfrutamos con sus ocurrencias, miro a los que me rodean y los veo disfrutar, y totalmente encantados, todos aplaudimos y sonreímos. Se genera así un agradecido diálogo público-músicos en ambas direcciones. Y lo pueden certificar las casi 50 personas que estamos en la sala.
¿Me entendéis ahora? No se puede pedir más, plan perfecto. Y para acabar, os dejo con las propias palabras de Lorenzo, “Si nos quitan la música clásica, nos quitan parte de nuestro potencial emocional”. No os perdáis la próxima, ¡recomendado!
Más información: El Teatre Instrumental Facebook