No te equivoques
El hombre que descubrió el punto G
no gozó de la sensación que te hablo.
El primer hombre que se libró de las fauces de un león
no tiene ni idea de lo que es un abismo.
No conoce el suspiro contenido justo antes de cruzar la línea,
el aliento previo al primer beso.
El tembleque de rodillas cuando te pienso.
Cuando te siento.
La explosión de sabores
cuando te dejas ser tú
ingenua
pícara
cautivadora
mala.
Y es que no te das cuenta de tu poder,
y eso es lo que más me cruza los cables.
Tu frescura.
Así, como sin querer, queriendo.
El modo en que me juegas
como si nada fuera importante,
como si me fueras a devolver a la vida
solo con mirarme.
El primer hombre que pisó la luna
no tiene ni idea de lo que es una conquista.
Llegar, rendido a tu pecho
y
llamarlo
hogar.
Autora del poema: Aldara Filgueiras
Blog: Bohemia de mierda