Inmortal.
Pero sucede que las sirenas disponen de un arma más terrible aún que su canto. Es su silencio. – Franz
Pero sucede que las sirenas disponen de un arma más terrible aún que su canto. Es su silencio. – Franz
El otoño llega y el cuaderno no se desnuda. Los recuerdos no se olvidan, los acumulas y son ellos los
Berlín fue un sueño en tu retina No queríamos carretera, pero nos hervía la vida Cafeína y más cafeína
Mis naipes son los que ves, sólo tengo un rey no llevo ases en las mangas ni siquiera llevo mangas
Hace unas horas, todo eran copas, todo puntuaba en positivo y, por un momento, la felicidad parecía estar en alza.
Tenía la piel marcada por las heridas de cada ausencia Arañaban las agujas del reloj el rostro de aquella antigua
Te quiero tanto que mis manos se convierten en confeti y se llenan de guirnaldas las farolas de mi calle
Vamos a volar por aquel lugar donde el cielo ha dejado de ser cielo y ahora es infierno. Jugaremos con
No sé bien si esto lo he vivido o lo he soñado -esa era mi fea costumbre contigo-, pero hace
Y no podía dejar de mirarte. Porque eras llama y trueno. Porque tus pupilas ardían y tu azul se deshelaba.