Amar y ser ahogado.

Le dije que quería sanarle la herida que latía en la planta de sus pies causada por la prisa del pasado. El peso del vacío ahora presente en sus manos provocado por los kilómetros de agua que no salvábamos por no nadar hacia la orilla del otro. Quizás por miedo a ahogarnos, nosotros, locos acostumbrados… Seguir leyendo Amar y ser ahogado.