Nos unía el sexo, las lecturas comunes y el deseo de ser algo más que lo que los demás habían decidido que fuéramos. Me juré que era cuestión de tiempo, cuestión de esperar, de dejar de contar los minutos, de dejar de pensar constantemente en imposibles, de soportar las tardes como ésta y esperar que terminen… Seguir leyendo Encantada pero ya no te conozco.