Y no podía dejar de mirarte

Y no podía dejar de mirarte. Porque eras llama y trueno. Porque tus pupilas ardían y tu azul se deshelaba. Porque la realidad paró en su giro y el tiempo en su órbita. Porque en un solo instante no existía más que tu boca desmadejándose. Porque no asomaban palabras, ni existen palabras que describan.  … Seguir leyendo Y no podía dejar de mirarte