Au revoir, mon amour.

Amanecimos enredados entre sábanas y con el olor a café del bar de la esquina entrando por tu ventana. Me desperecé y al abrir los ojos no quedaba nada de aquel amor que noches atrás nos había hecho perdernos por tantos antros y callejones con salida que preferíamos no ver. En esas cuatro paredes aún… Seguir leyendo Au revoir, mon amour.