Ten pesadillas y te sacarán los ojos.

Me gustaría serle fiel a mis impulsos de perra en cielo. Jurarle al espejo que antes que nadie, estoy yo. Toda mía. Toda para mí. Pero siento cierta satisfacción cuando meto el dedo en la herida para volver a ver tus manos. Tus recuerdos están mojando a mis ganas y limpian todo atisbo de besos… Seguir leyendo Ten pesadillas y te sacarán los ojos.

La chica guapa del baile prefiere bailar sola.

Mírala, ¿la ves? Se ha vestido de niña y lleva las uñas pintadas sin saber hacerlo. Sonríe a desconocidos y evita a los que conoce. Se queda en su cuarto cuando le apetece bailar y visita bares cuando anhela ese viaje que alguien un día le prometió y no llegó a cumplir. No echa de menos porque… Seguir leyendo La chica guapa del baile prefiere bailar sola.

Boceto de lo que no se queda.

La vaga redundancia de enamorarse como medio de confianza. La extrema seguridad de autodestruirse sabiéndose enamorada. Como si abrazar el mismo suelo que otro pisa no fuese un mero sinónimo de deshacer las huellas del odio propulsado por lo ajeno. El amor propio desnudo, abatido. Al borde de la sobredosis de inexistencia. De la insistencia del… Seguir leyendo Boceto de lo que no se queda.

Sin risa pero sin pausa.

No sé en qué momento dejó de sonar la canción, pero sigo escuchando la música que sale de tus andares hasta que me tropiezo conmigo mismo cuando paso por delante del espejo para ver si sigues ahí. Siempre cubierta de escombros antes del incendio. Soplando las cenizas que dejo en el ala oeste de un… Seguir leyendo Sin risa pero sin pausa.