Las despedidas, como el olvido, siempre duelen dos veces.

Paula L. Montero

Se acaba. Hoy ponemos un punto y aparte al tiempo. Y decimos adiós con la mano larga al año. Adiós a todas las cosas que vinieron sobrevolando, a las que brotaron del interior, a las que intentaron echar raíces en algo de ti que aún no conoces. Si lo piensas tendrás diferentes sensaciones, diferentes perspectivas… Seguir leyendo Las despedidas, como el olvido, siempre duelen dos veces.