Por fin, se besaron. En ese momento se abrió el suelo y emergió despacio un enorme unicornio rococó. A pesar de lo que pudiera aparentar, parecía muy macho. Su piel brillaba reflejando el movimiento cobrizo de lava y fuego sobre el que venía ascendiendo. En su cuello, desde las crines blancas, nacían lágrimas de plata… Seguir leyendo Revelación