No tengo nada que decirte,
hablar entorpece cada pulso acelerado
y mirarte es gritarte a frenazos.
Parpadeo como si pudiera escapar
de tu imagen,
suspiro como si fuera capaz de desalojarte
de mi estómago
y río como si pudiera engañar a la tristeza.
Desde que no pasó nada,
por el papel pasa de todo menos el tiempo;
por mi piel sólo pasas para que recuerde las huellas que no dejaste.
Desde que no pasó nada
mis dedos cuando escriben tienen más memoria que el tiempo,
y me señalan culpable de todas esas huellas que no dejaste.
Te veo sonriendo,
cambiando a tu antojo las constelaciones de pecas que adornan tus ojos
con solo una mueca de felicidad incierta
ante mi incierto modo de mirarte cada peca.
Eres un boca a boca sin distorsionar
y yo una supernova clavada en tu pupila.
Comparto una mirada al cielo sólo con aquellos
que son capaces de encontrar el universo en tus ojos.
Comparto una mirada al cielo sólo con aquellos
que son capaces de encontrar el universo.
Comparto una mirada al cielo sólo con aquellos
que son capaces de encontrar.
Comparto una mirada al cielo sólo con aquellos
que son capaces.
Comparto una mirada al cielo sólo con aquellos.
Comparto una mirada al cielo.
Comparto una mirada.
Comparto.
No tengo nada que decirte,
hablar entorpece cada pulso acelerado
y mirarte es gritarte a frenazos.