Anoche soñé contigo y seguías aquí.

Anoche soñé contigo, no tenías los ojos rojos ni un universo violáceo en las ojeras. Tu nariz era tu nariz y no aquella fosa nasal que anunciaba muerte, tus mejillas ya no eran globos hinchados de dolor y sangre. Tu cabeza era sinónimo de pelo y pensamientos obscenos. No te dolía, no conocías la oscura… Seguir leyendo Anoche soñé contigo y seguías aquí.

Naufragio

No hay naufragio mejor que el de mis cabellos, cuando los mece la brisa fresca de la noche. La lluvia cae, estrellándose con rabia contra el asfalto, dejando huella como en las grandes despedidas. Tan pronto cae, de forma atormentada, estridentemente, como sumisa, apenas perceptible en esta balsa nocturna de estrellas brillantes. Me sumerjo en… Seguir leyendo Naufragio