La chica de la caja torácica de música

Solamente coincidíamos en una cosa: Yo estaba mudándome a otra piel. -en realidad estaba arrancándomela a mordiscos esperándote, donde esperan los que desesperan.- Y tú, tenías frío con sabor a muerte y  buscabas una sábana humana. Habría tocado el piano de tus costillas, con tal de haber sentido tus huesos, y haberte acariciado el caparazón.… Seguir leyendo La chica de la caja torácica de música