Las lágrimas de la luna
Cuenta una muy antigua leyenda mapuche que la Luna (Cuyén) y el Sol (Antú) se casaron muy enamorados ante la presencia de Dios (Nguenechen). Cuyén de carácter suave y corazón tierno, atendía las necesidades de las mujeres y los niños, y Antú se preocupaba por los hombres. Todo iba muy bien y pasaban sus días recorriendo el cielo juntos cuidando de los mapuches. Pero, con el paso del tiempo, surgieron algunos inconvenientes y discusiones que desembocaron en una gran pelea motivando su separación. Desde ese entonces comenzaron a recorrer solos el cielo. Antú sale de día y Cuyén de noche.Cierto día, cuando estaba calentando la tierra, Antú fijo su mirada en una hermosa doncella. La llevó al cielo y le puso de nombre astro dorado (Collipal); Por Lucero la conocemos nosotros.Varios siglos después Cuyén los vio basándose muy enamorados, y sin poder contener su pena lloro tanto que sus lagrimas llegaron hasta la Mapu (tierra) y así se formaron los hermosos lagos del sur.
(Leyenda Mapuche)