Moroder Sound Club es un espacio pequeño, pero quizá por eso es por lo que resulta tan acogedor y por lo que sus conciertos son tan cercanos. Es un espacio pequeño perfecto, por ejemplo, para Jimmy Jazz, que comienza ahora a dar sus primeros conciertos con este proyecto próximo al folk en el que combina canciones propias con versiones bastante conocidas, entre las que habría que destacar Like A Rolling Stone, que fue la mejor de toda la noche; se nota que Bob Dylan es una de las mayores influencias para este jovencísimo cantante y compositor, que sirviéndose sólo de una guitarra y de su voz sacó toda la música que llevaba dentro (gran parte de ella se puede escuchar en la maqueta que acaba de grabar y en su SoundCloud).

Otras de las versiones que nos ofreció fueron Dancing In The Dark, de Bruce Springsteen, que adaptó a su estilo folk perfectamente, y Hallelujah, más parecida a la de Jeff Buckley que a la original de Cohen. Sin embargo, he de decir que no pegaba tanto con el estilo de Jimmy Jazz Love Will Tear Us Apart, que desde mi punto de vista necesita algo más de garra, de espíritu punk, de una voz penetrante como era la de Ian Curtis. Entre sus propias composiciones, encontramos You’re So Cold y Night Bus, que nos pone en la piel de esos cientos de jóvenes que tras salir hasta tarde por el centro tienen que volver a sus casas en la periferia sirviéndose de conexiones interminables entre autobuses, y son asistidos por la melancolía y el sueño a partes iguales.

Pero Jimmy Jazz confiesa que aún tiene canciones sin título, que esto es un proyecto que aún está comenzando y a su creador le queda aún mucho que conectar y asentar, pero es un buen principio. Porque Jimmy Jazz es una de esas jovencísimas personas que aún pueden hacernos cambiar la forma de ver la música.

Luego fue el turno de Same Old Fears, de los que poco puedo decir que no haya dicho hasta ahora. Escucharles en directo es una manera de entrar en contacto con el proto-punk de finales de los ’60 y con un punk posterior como el de los Clash, sin perder de vista claras influencias de los ’90 e incluso actuales de las que están impregnados estos tres chicos del norte de Madrid. Absorben todo lo que ven, desde lo más progresivo a los más indie y los transforman en algo propio, desnudándolo e incluso dejándolo en carne viva.

Los sansebastianenses tuvieron un buen comienzo con The Captain And the Thief, uno de sus temas propios con más visitas en SoundCloud y continuaron con más temas como Luck Is On My Side o Blue Lamppost, ambos habituales en sus directos. Alternaban en el concierto temas menos conocidos con otros más representativos de la banda, como Fire Finder (que también se puede encontrar en su SoundCloud), Alligator (de la que acaban de lanzar un vídeo) o Death Upstairs (de la que ya nos mostraron un videoclip hace tiempo), destacando el percusionista, que estuvo estupendo durante toda la noche.

Same Old Fears es un trío que se muestra confiado en el escenario, con la experiencia de llevar ya un par de años tocando juntos, haciéndole saber al público que se conocen bien y que no tienen miedo a pesar de no llegar a los 20 años. Sin perder frescura, como si todos los conciertos fueran el primero (o el último), como si siempre hubiese ganas de tocar. Moroder Sound Club quizá no era el mejor sitio para liberar su estilo y toda su fuerza, pero aún así supieron ofrecer un concierto electro-acústico de los que no importaría repetir y de los que te apetece recordar.