«16 de febrero de 1860
La vida avanza, el amor persiste. Hay un edén detrás de nosotros, y el paraíso delante. Debido a que para aquellos que son amados en vida y mueren, van a una tumba que está estrellada; ésta es la puerta del cielo. Que Dios me de la vida contigo y la muerte contigo, eso pido en mis oraciones cada noche. El viejo amor religioso; en cada oración su beso. Estimado y dulce ángel, aunque la edad es alegría, el gran rejuvenecimiento está cerca. Y se llama eternidad. El amor en la eternidad, cada aurora! – Amemos y oremos.»
Victor Hugo
Vía: Des Lettres.