¿Cómo describir el panorama musical actual? ¿Cómo dar una opinión en 700 palabras sobre algo tan vivo y cambiante? Realmente lo veo un reto. No por la industria. No por la crisis. No por la piratería. Sino por lo rápido que gira el mundo.
Cuando era adolescente pedía discos por Navidad. Con la paga no me llegaba para comprarlos y la radio se quedaba corta para descubrir nuevas músicas. Tiraba de la colección de vinilos de mi padre, pero claro, más allá de la enorme base que eso te pueda dar, no encontraba muchas novedades.
Cuando llegaron los primeros portales de descarga yo seguía siendo un chico impaciente y distraído al que no le gustaba investigar demasiado a través de una pantalla. Por aquel entonces ya tocaba en Melocos, y por cosas de la vida, sacamos nuestro primer disco en 2007.
En ese momento había dos opciones para “tener” música en tu mano, comprarla o piratearla. No existían plataformas que te permitieran llegar a la música en el momento que tú quisieras de manera legal. Y si las había, yo no me enteré. Nacía así una crisis, una batalla legal y moral muy fuerte. No se van a vender discos, los ingresos van a caer estrepitosamente, las inversiones en nuevos talentos van a desaparecer… OMG.
¿Qué pasa en el momento actual? ¿Qué veo yo ahora? Discos se venden poquitos, las compañías han reducido enormemente su personal y cuesta muchísimo conseguir salir de gira por los enormes costes. Pero veo más cosas.
Veo una enorme oferta legal para acceder a la música que quieras escuchar en cada momento, con herramientas que te permiten descubrir artistas similares y si le das a las cookies de tu navegador, con consejos enormemente personalizados. Veo un montón de bandas, de solistas, de invitaciones a eventos y campañas de crowdfunding… Veo otro mundo. Éste ya no es el tren al que me subí hace diez años, es otra cosa.
Y todo esto me lleva de nuevo al primer párrafo… a la velocidad con la que todo cambia hoy en día. Es como subirse a una carrera en un Fórmula1 y darte cuenta de que tienes que ir cambiando no solo de ruedas, sino de coche, sobre la marcha, cada vez que cambia el clima ¡¡Eso es!! En ésas estamos ahora.
No hay un medio, una fórmula, una red social o un consejo perfecto para llegar a tus seguidores, para irte de gira, para petarlo con un disco o una canción… No lo hay… Pero estoy hablando de herramientas, que no deja de ser lo secundario, lo inventado a máquina. Lo primero, lo humano, lo que siempre ha estado ahí es el sentimiento, el corazón, la letra y la melodía que sea el año que sea, puede calar en la gente. Eso hay que buscar, aparte de lo que te pida “el mercado” para promocionarte.
El artista tiene dos personalidades, que puede asumir en sí mismo o delegar una de ellas en otra persona de confianza, compañía, manager o como quiera llamarle. Pero la primera personalidad, ésa no se la des a nadie… Busca historias en libros, series, amistades y por supuesto en ti mismo.
Tienes esa cosa que te permite hacer canciones, te ha tocado, seguramente te lo hayas currado un montón durante mucho tiempo y ya lo veas como algo natural, pero hubo un día en el que no hacías canciones. No lo olvides y haz las mejores. No te conformes, no pierdas el tiempo. Creo que los que hacemos música somos como una especie de pozo que se va llenando y llenando hasta que rebosa y escribe una canción. Nunca sabemos cuánto vamos a tardar en volver a llenarnos otra vez. A veces será de forma repetida durante días seguidos y otras veces estaremos secos largas temporadas. Pero eso no se puede perder.
Lo demás… Ilusión y mucha atención al medio que inevitablemente y afortunadamente no deja de girar.