Déjate de rimas,
de metáforas
y de eufemismos.
Deja de buscar
el número de sílabas adecuadas
y limítate a recitar(me).
Recítame tus mejores susurros,
tus mayores gemidos,
tus setenta y dos pulsaciones por minuto.
No necesitas palabras
para activar el magnetismo
de tu piel contra la mía.
Escríbeme en pasiones,
en fugas no menores,
en paseos de tus labios por mi cuerpo.
No busques
la mejor caligrafía,
ni el mejor sinónimo
y mucho menos el peor antónimo.
Por eso,
déjate de rimas,
déjate de versos
y cúbreme a besos.
Autor del poema: Jesús Santiago.
Blog del autor: Pequeño Capricho de Cronos.