Cuando comprendí que mi nombre tenía distintos significados según la boca que lo pronunciase, quise quemar todos los diccionarios de mi ciudad. Más tarde me crucé con la tuya, sonriente, y no supe entender la diferencia entre pirómana y ganas de arder. Pero hoy te he visto triste y ha hecho frío en todas las… Seguir leyendo Como el que ve llorar.