En el ojo del huracán …
Lloran los violines en una sonata de desidia
muere el cisne que canta por primera y última vez
arden de nuevo los escombros que creían haber parado de sufrir
y reza el pecado por una segunda oportunidad.
En el ojo del huracán …
Se escapan los motivos
amanecen las dudas
duermen las sonrisas
En el ojo del huracán …
Tú ya nunca vuelves
y el remolino de tu marcha activa las tempestades
alterando las historias
ahogando las noches escritas
retorciendo al amor que susurra una huida sin mirar atrás.
En el ojo del huracán …
Reinan las pesadillas
los sueños se agazapan buscando tu mirada
y no hay tregua para olvidar …
No la hay.