La música emigrante

Finalmente llegó el día esperado. La Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra (BGKO) nos esperaba en el Marula Café (Barcelona) para hacernos bailar y disfrutar. La sensación de escuchar esta banda es a la vez simple y compleja. Simple, porque es música bonita que llena los oídos; compleja, por la sensación de escuchar música a la que quizás no todos estamos acostumbrados a escuchar, a través de una voz catalana y de varios elementos que sí nos resultan familiares. De hecho claro, la orquesta se juntó en Barcelona, aunque todos (excepto la cantante) vienen de distintos países que los vieron marchar. Contrabajo mejicano, percusión griega, acordeón italiano, guitarra francesa, voz catalana y clarinete indio-serbio fueron los ingredientes del sábado noche.

Tengo que reconocer que después de las jams sessions en El Arco de la Virgen, llamadas Balkan swing y Gipsy jazz uno se espera algo más balkan, aunque el propio nombre del grupo ya nos indica que no va estrictamente ligado a la música de los Balcanes, y además, lo que me puedo esperar yo como mera aficionada de este estilo es muy relativo. Lo que hace la Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra es coger música gipsy (gitana) y klezmer (judía) y adaptarla en función del público que tienen. Estos estilos sí se pueden relacionar con los Balcanes pero no debe confundirse con la música tradicional balcánica. Históricamente, Hungría y Rumanía son los países que han acogido más población gitana y desde allí surgen algunas de sus melodías. La adaptación al público y su experimentación es evidente con canciones-versión como “La Dama d’Aragó” (canción popular catalana) adaptada a ritmos gipsy klezmer (10/8) o la conocida “Hasta siempre, Comandante” del compositor cubano Carlos Puebla, también siguiendo los mismos ritmos (su disco Imbarca está disponible en Spotify).

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«Imbarca» – BGKO

Así, lo que surge de esta mezcla de culturas es un también un híbrido que parte de mil concepciones y se transforma también en mil formas, siempre con un hilo rítmico conductor parecido. El clarinetista Robindro Nikolić es sin duda la joya de la corona. Su delicadeza me conmueve y excita a la vez, es como algo inesperado pero muy trabajado desde dentro. Me explica que la música gitana y judía es música de emigrantes, músicos que a lo largo de la historia se han movido por distintos países creando mezclas e intercambios de generación en generación. Es por eso que su propuesta no es nada estática, también parte de emigrantes que mezclan los estilos y piezas que conocen y que aún tienen por conocer.

Robindro Nikolić - BGKO
Robindro Nikolić – BGKO

Podéis seguirles en su página de Facebook: BGKO – Barcelona Gipsy Klezmer Orchestra

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Alba Comadran

Alba Comadran

Soy una periodista musical de Barcelona. Mis debilidades son la música negra y la balcánica, aunque mi curiosidad sobre el terreno internacional no tiene fin.

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