La Vida es Ahora

Así comienza todo momento: de inmediato. Sin poder huir de lo efímero, del tiempo. Y si te paras a pensar en todo ello, te das cuenta de que lo mejor de la vida no dura nada, y es que un orgasmo acaba en siete segundos, en dos la intensidad del café, uno hace falta para que una canción te conmueva y medio para perderlo, en milésimas de segundo un recuerdo viene con un olor y de repente se va. Y es que la vida en millonésimas fracciones de tiempo está cambiando y eso es inevitable. Sin embargo ¿por qué pretender que todo sea igual, por qué mentirnos si todo está en constante ir y venir? Supongo que la respuesta está en esto: yo. Somos los únicos seres que creemos que nuestra existencia va más allá del tiempo, somos lo únicos que creemos que estamos solos en el mundo, y esto en realidad también es inevitable, no nos podemos deshacer de nosotros mismos.

Por miedo a pensar que la vida es así: marchita, o peor, sin sentido, construimos ficciones a las que agarrarnos, moldearnos, acomodarnos. No pudimos ni siquiera soportar más de dos minutos de nuestra existencia sin pensar que no había un más allá, y es que la realidad sin nada más duele, pero duele más saber que es la realidad la que duele y que te engañas a ti mismo presuponiendo una vida mejor. Y lo peor es que nunca lo vamos a saber a ciencia cierta, tenía razón Kant, y es que la vida también es así: incierta.

Y cada día te levantas y te preguntas ¿a dónde vamos a ir a parar? Y la propia pregunta se contesta ¿para qué parar? Si ya no existe Dios, si ya no existe un modelo a seguir –hay quien se acoge al capitalismo como nueva fe, ¡bravo! Estáis condenados con vuestra propia mentira- es verdad, todo está permitido, y es por eso que da un vértigo de cojones. Ahora tienes que ser tú y nada más, es tu reto, es una aventura poder buscar lo que uno es en cada momento porque intentar pensar en el futuro es adueñarse de él, controlarlo y sólo realmente se es libre en el presente ¿para qué cambiarlo?

Puede que parezca cínico pero la vida sólo se puede medir ahora, y con los pasos que ya has dado, y seguirá siendo así inevitable, perecedera, rápida, inestable, pura. Y quien no lo crea que vea como después del amor llega la muerte: como un polvo irrepetible, como un beso rápido y último, como contemplar el éxtasis y hacerlo propio, como el arte, como la madrugada, como un suspiro. Todo se va.

Y sólo puedes ser tú ahora, sólo puedes ponerle el sentido a la vida llenando cada momento de sí misma.

COMPARTIR EN:

Paula López Montero

Paula López Montero

Nací en 1993, lo demás es historia

Sigue la cultura

Suscríbete a nuestra newsletter para estar a la última en las noticias culturales de dafy.magazine

logo_iso_dafy_magazine_2022

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más entradas