Siloé revienta la noche madrileña

Cuando dos horas antes de un concierto, ya hay gente agolpada en las puertas de la sala, sabes que ese, va a ser uno de los buenos. Y así, a las siete y media de la tarde, casi dos horas antes de que Siloé comience a tocar, la Sala Changó del emblemático barrio de Chamberí de Madrid, abre sus puertas.

A las nueve y diez de la noche, con toda la sala llena en sus dos alturas y el ambiente precalentado con una playlists de artistas afines, se apagan todas las luces. Pero al escenario principal no sale nadie. 

La sorpresa está al fondo de la sala. En un improvisado segundo escenario, Fito Robles vocalista de Siloé, ataviado solo con una guitarra y su armónica, comienza a cantar La Verdad, uno de sus grandes clásicos, en un formato acústico mientras los primeros móviles se alzan. En una versión extendida, nos cuenta cómo al grupo le da igual la gala de los Latin Grammys que esa misma noche se está celebrando a 500 km de distancia de la capital. Mientras el mundo mira a Sevilla, ellos están allí para reventar Madrid. Y vaya si lo hacen. 

Fito Robles, cantante de Siloé saludando al público madrileño en la sala Changó

El grupo vallisoletano lleva muchas tablas a sus espaldas. Desde que les conociéramos en 2016, han tenido tiempo de ir recorriendo los escenarios de toda la escena musical española. Y se nota. El grupo presenta en esta gira de salas su quinto trabajo de estudio Santa Trinidad. Un álbum que resulta la conjunción perfecta de este camino que comenzaran como dúo y que ahora continúan ya convertidos en trío.

Durante la hora y media de concierto, Siloé nos guía por un estudiado setlist que entremezcla lo acústico, con sus temas más rockeros y bailables. Su ecléctica puesta en escena triunfa, como demuestran los cientos de fans que se dejan la garganta en Sangre en las Venas, para después dejar escapar alguna lágrima pensando en historias de amor propias con La Oposición.

Uno de los momentos más mágicos llega cuando Fito vuelve a bajar del escenario, guitarra en mano, para encaminarse al fondo de la sala. Desde allí, llega la triada de acústicas. Solo estás tú, Luna Menguante y Súbeme al Cielo suenan de lujo en la distancia corta. La posibilidad de escucharlas en esa intimidad que se crea, es todo un lujo que pocas bandas pueden defender.

La comunión con la gente es ya total, y queda demostrado cuando la banda pide silencio completo en Súbeme al Cielo para que el público se desgarre las gargantas solo con la segunda frase del estribillo. ¿Para qué? Es una sorpresa que no queremos desvelaros aún.

El final del concierto se encamina con una Minas de Sal que reenloquece el ambiente. La tranquilidad conseguida con las tres anteriores canciones se rompe por completo y, para cuando llegan los bises, no hay ni una sola persona que no esté saltando. Con Todos los Besos, Siloé se despide de Madrid.

Fito Robles y Xavi Road de Siloé en la Sala Changó

Nos han dado hora y media de pura diversión y de lo mejor de su música. Una vez más, demuestran que tienen todo lo necesario para seguir creciendo. 

Un directo trabajado, conexión con el público y una capacidad musical que convierte cada canción en un himno. Su pop-rock independiente vuelve a prender la capital, regalando una de esas noches de las que presumir en pocos años.

Pronto volverán, el 29 de diciembre tienen segunda fecha en la Sala But. Y todas las papeletas musicales para convertirse en una de esas bandas de las que presumir que pudiste verlas de cerca. 

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Hugo Huerta

Hugo Huerta

Fotógrafo y periodista, siempre tiene un meme para cada ocasión. Apasionado de los conciertos, con cada foto intentara que sientas que tu también estabas ahí. Su Spotify Wrapped acumula más géneros de los que creíamos posibles.

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