Vamos a volar
por aquel lugar
donde el cielo
ha dejado de ser cielo
y ahora es infierno.
Jugaremos
con las idas
y venidas
de nuestra forma
de querernos;
aunque yo prometo
que si algún día
dejas de quererme,
yo te seguiré queriendo.
Cualquiera diría
que tienes algo
que decirme
pero no lo dices
y cualquiera acertaría.
Con lo que hemos sido,
nada.
Vamos a ser
todo lo que se te ocurra,
desde un iceberg
hasta cualquier
palabra esdrújula,
como antítesis.
En la noche más oscura
te dejaré ser oscuridad,
quiero que
sepas encontrarme.
Voy a tatuarte
los párpados
por dentro,
con mi nombre.
Transcurrirá
el día
como si no
nos hubiéramos olvidado;
despertaremos
como si
nos hubiéramos
quitado la vida.
Mueve ficha,
espero
que me comas
al otro lado
del tablero.
Cuenta hasta diez,
tú me llevas,
si consigues tocarme
tú ganas
y yo me pierdo.