Me he ido
y ahora el avión se acerca al pico más alto
fuera de control
contigo dentro
con el capitán acojonado
y ningún paracaídas que pueda salvarte el culo.
Me llamas y una voz mecanizada confiesa:
no volverás a verme
para ti siempre hará frío
y en la avenida no quedan tiendas con ropa que pueda abrigarte.
Has buscado sol y tierra firme en otras piernas
has encontrado neumonía y marea demasiado alta para ti.
Eres un muñeco de nieve deshecho
convertido en agua sucia y no potable.
Suerte que me he dado cuenta de que no eres el único manantial de mi planeta.
He conseguido abrir la puerta de salida
todo este tiempo llevaba la llave debajo de la lengua
por fin lo he descubierto.
Ya estoy lejos
mi olor a jazmín se ha disipado,
en el aire del entorno en el que habitas sólo quedan partículas de tu vertedero.
He encontrado otro jardín
donde han renacido mis árboles
con raíces más fuertes y el cielo más cerca,
donde hay solapas de chaquetas que no se avergüenzan de llevar mis flores en su agujero.
Quiero vivir sin ti,
sé que puedo
porque lo estoy haciendo.