Siempre lo mismo: sepulto el día lejos de tus brazos y vuelve el papel en blanco el color rojo de tus labios y la muerte en las agujas del reloj. Despierto sueño con tu pecho desnudo balanceándose sobre los destrozos que un día dejaste, y que hoy vuelves para enterrar. Te desnudo de piel y… Seguir leyendo Madrugadas