Un día llegaste al bar en el que solíamos encontrarnos,pedimos dos vasos de vodka con limóny me dijiste que te irías a otra ciudad.Nos miramos por un rato en silencioluego hablamos de cosas normalessin mucho sentido. Me fui sin despedirmecuando fuiste a los servicios a lavarte las manospero te acompañé a mudarte la semana entrante.La… Seguir leyendo Hay personas y ciudades que uno no volverá a ver
Caminando por las abarrotadas calles de Ernakulam, en la ciudad de Cochi, India, un fuerte olor llama mi atención. En una pequeña tienda de apenas 2 metros cuadrados situada en un oscuro callejón, un tendero muy sonriente vende bolsas de especias variadas. Cúrcuma, chili, jengibre y otros aromas se mezclan en una combinación de lo más… Seguir leyendo La pequeña fábrica de especias
Y llegas tú —no la primavera— con las ganas de chapotear los charcos, de reír bajo las nubes, de hacer la vida un domingo, dándome las ganas de quedarme donde tú plantes las flores. Y pisoteas las ruinas de la ciudad entristecida porque la última vez que te vio llorabas mientras matabas sus girasoles. Ahora te… Seguir leyendo Primavera
Las Ciudades y la Memoria … «hay que guardarse de decirles que a veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, que nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entres sí». Fragmento: Ciudades Invisibles, Italo Calvino Collage: Bett ilustraciones Copyright
«Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque, como explican todos los libros de historia de la economía, pero estos trueques no lo son sólo de mercancías, son también trueques de palabras, de deseos, de recuerdos.» – Italo Calvino La ciudad aparecía en mis sueños . Me… Seguir leyendo Ciudad de la música
Siempre vi París como la ciudad del sexo, del sexo elegante, desgarrador e intenso. De ese sexo apasionado de cuarto blanco en el que firmas la almohada con el negro de tus ojos. Me imagino verte acercar, fumando cual estrella francesa del celuloide, vestida de sábanas sudadas, a la ventana de contras blancas. De un… Seguir leyendo Mi París
Siempre empieza a llover justo cuando menos te lo esperas. Odio la lluvia. Odio el pelo mojado, los pies mojados, el estómago mojado. Odio los paraguas que nunca funcionan bien porque el viento es todopoderoso. Odio a la gente que cuando camina enfundada en su megalómano paraguas se cree con superioridad a los que carecemos… Seguir leyendo Sobre la lluvia
A esta pequeña ciudad de las horas vacías llegó la guerra durante la estación de las flores, aunque aún había nieve en los portales y madre sufría de fiebres altas cuando el sol se ponía. Decían que era por el niño que no llegó a ver la luz ni a ser bendición. Decían que era… Seguir leyendo La guerra nos había alcanzado